En este artículo vamos a hablar de las hernias discales dorsales o hernias discales torácicas.
La columna dorsal se corresponde con la zona media-alta de la espalda y, aunque las hernias discales torácicas no son muy frecuentes, en ocasiones si pueden dar síntomas graves ya que el diámetro que tiene la columna a esta altura es más reducido por lo que el riesgo de lesión medular no es descartable si tienes una hernia discal dorsal.
Las hernias discales torácicas son muy poco frecuentes, son sólo el 0,5% de las hernias de disco, son más frecuentes entre los 50 y los 80 años y afectan por igual a ambos sexos. La mayoría de las hernias discales dorsales se producen en los niveles más bajos de la columna dorsal, los discos más afectados son D11 y D12 y en un 25% de las ocasiones puede haber un antecedente traumático.
Síntomas de las hernias dorsales
Dolor de espalda media-alta
El dolor es el principal síntoma que produce una hernia dorsal. Habitualmente es un dolor centrado sobre la zona media de la espalda a la altura en la que tengamos la hernia.
Dolor neuropático
Si la hernia discal torácica comprime las raíces nerviosas se puede producir dolor neurópatico. El dolor neuropático se caracteriza por ser como un quemazón intenso, se trata de un dolor que no cambia con los movimientos. En el caso de la columna dorsal el dolor irradiaría por la parrilla costal hasta el esternón.
Mielopatía
Cuando la hernia discal torácica daña la medula espinal puede producirse una mielopatía. Si esto ocurre pueden aparecer síntomas como perdida de sensibilidad en las piernas y en la zona del tórax que está por debajo de la hernia. Además de la sensibilidad también se afecta la fuerza de las piernas. Muchas veces la mielopatía va acompañada de falta de control de esfínteres.
Cómo se diagnostica una hernia dorsal
La prueba de imagen que mejor nos ayuda a diagnosticar este tipo de hernias discales es la resonancia magnética. En una resonancia veremos donde se encuentra la hernia y si comprime la médula.
Otra prueba importante para un correcto diagnóstico de una hernia discal dorsal es el TAC. En muchas ocasiones la hernia puede estar calcificada. Al estar calcificada la hernia es dura y puede condicionar como abordar un posible tratamiento quirúrgico.
Tratamiento de las hernias dorsales
Tratamiento conservador
Como siempre, salvo que los síntomas provocados por la hernia sean graves debemos comenzar el tratamiento de forma conservadora. Analgésicos, anti-inflamatorios y relajantes musculares son la base del tratamiento conservador. En los casos de que además tengamos dolor neuropático se pueden asociar medicaciones como la pregabalina o la gabapentina..
Una vez superado la fase más aguda del dolor es importante realizar ejercicio y mejorar el tono muscular.
Cirugía de hernia discal dorsal
Por desgracia en algunas ocasiones cuando el dolor no cede y los síntomas neurológicos son importantes es necesario operar para quitar la hernia.
Llegado este momento es importante decidir por donde se va a abordar la hernia discal. El acceso a la columna dorsal puede llevarse a cabo por vía posterior, posterolateral o anterior.
Abordaje posterior
Consiste en acceder al canal medular realizando una lamienctomía, este acceso casi no es utilizado, la médula a nivel dorsal no se puede mover para acceder a la hernia que está en su parte anterior, por lo que muchas veces no es posible retirar la hernia y se pueden producir lesiones medulares.
Abordaje posterolateral
En este caso accederemos al disco desde la parte posterior, habitualmente, en lugar de hacer una laminectomía quitaremos la parte de la costilla donde se une con la vértebra y llegaremos al disco diseccionando la parte lateral de la vértebra.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, hoy en día se puede realizar un acceso a través del agujero por el que sale la raíz nerviosa mediante un endoscopia. Mediante un acceso de 1 cm, dilatando la musculatura introduciríamos una cámara en el interior de la columna a través de la cual podemos pasar los distintos instrumentos que nos permitirían retirar la hernia discal.
Abordaje anterior
Con este abordaje llegaremos al disco por su parte anterior. Como hemos hablado la médula no se puede movilizar ante el riesgo de lesión neurológica y en ocasiones para llegar a una hernia discal dorsal esta es la única opción.
Para realizar este abordaje realizaremos una incisión en la parte lateral del tórax y separaremos o quitaremos parte de la costilla, una vez diseccionada la musculatura deberemos desinflar un pulmón para poder llegar al disco por su parte anterior y de este modo realizar la discectomia.
Para esta técnica podremos utilizar un toracoscopio para ser menos invasivos.
Conclusiones sobre las hernias dorsales
Las hernias discales torácicas, como hemos hablado, son muy poco frecuentes, pero en ocasiones pueden producir síntomas graves e incluso provocar lesiones medulares. Por eso es importante identificar los síntomas de una hernia dorsal discal para que puedas acudir a tu médico y este instaure el tratamiento más adecuado.
Soy el Dr. José Fco. Lizón, especialista en cirugía de columna. A través de mis artículos pretendo informar y resolver dudas sobre los diferentes problemas de espalda y sus soluciones. También me verás recomendando hábitos saludables porque me preocupo de todos los aspectos que repercuten en la salud de tu columna. Si te has quedado con alguna duda y quieres contarme cuál es tu caso concreto, puedes solicitar ahora tu primera consulta.
Bibliografía
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