SUMARIO
Última actualización el 1 julio 2024 a las 09:48 pm
¿Sabías que en ciertas ocasiones el dolor de espalda tiene un origen emocional? En los siguientes apartados, te contamos por qué y cuáles son las soluciones más eficaces para evitar esta molestia tan habitual.
Causas habituales del dolor de espalda
Según la OMS, el 90 % de la población mundial ha experimentado o va a experimentar dolor de espalda. Entre las causas más comunes de esta dolencia se encuentran:
· Las molestias o lesiones musculares.
· Alteraciones en la columna vertebral como hernias de disco entre otras.
· Las emocionales.
Nos centramos en este último apartado para confirmarte que tu estado psíquico influye de forma directa en tu dolor de espalda. No en vano, la medicina tradicional china tiene en cuenta los siguientes cuatro sentimientos como causantes de esta dolencia:
· La ira. El estar todo el día controlándose para no explotar genera una acumulación excesiva de este sentimiento. Lo habitual es que te duela la zona superior de los trapecios.
· La preocupación. No vamos a negar que hay etapas en las que debemos preocuparnos por algo específico, pero de convertirse en un sentimiento constante, no tardarás en sentir dolor en la parte dorsal baja de la columna vertebral. · El miedo. Puede ser a cualquier cosa, persona o situación. Lo habitual es padecer contracturas en la zona lumbar.
· La tristeza. Su consecuencia es un dolor repetitivo en la parte superior de la espalda incluyendo la clavícula.
La antedicha disciplina médica concibe la espina dorsal como la fuente de energía del cuerpo. Su obstrucción puede producirse por los sentimientos arriba indicados, por lo que sería necesario facilitar su desbloqueo con el uso de técnicas orientales como la acupuntura o el yoga por citar dos ejemplos.
¿Qué dice la medicina tradicional al respecto?
Hasta no hace demasiado tiempo, lo habitual era buscar una causa física al dolor de espalda realizándole al paciente pruebas diagnósticas diversas. Hoy en día, es bastante más sencillo encontrar a profesionales que tengan en cuenta también las causas emocionales para justificar el dolor cuando no hay una lesión física real. Así, parece haberse llegado a la conclusión de que la espalda se divide en dos grandes partes:
· La mitad superior es la que se convierte en el reflejo del estrés y de la ansiedad.
· La mitad inferior es la que representa al miedo y a los problemas en la sexualidad.
Igualmente, es fundamental analizar cuál es la salud postural del paciente para conocer cuáles son las emociones que le provocan dolor en la espalda. Los profesionales analizan la postura que adoptas en su consulta al estar sentado en la silla comentando tus síntomas. Quizá no te hayas dado cuenta, pero siempre te sientas de la misma forma y tu imagen trasmite que estás triste, preocupado/a o con cierto enfado por algún motivo que el facultativo desconoce, pero que no tardará en aconsejarte que resuelvas para mejorar progresivamente.
¿Acentúan las emociones negativas la gravedad de una lesión real?
Sí. De hecho, hay pacientes que padecen lesiones como una hernia discal cuya presencia deducen al estar experimentando alguna de las sensaciones ya comentadas. Es decir, nuestro cuerpo apuesta siempre por buscar el equilibrio en cuanto hay un problema, pero cuando el cerebro se ve bloqueado por el miedo o la ansiedad, por citar dos ejemplos, es cuando se rompe el equilibrio y se conoce la existencia de una lesión real que ya existía desde hace algún tiempo en la mayoría de los casos.
Igualmente, tu cuerpo está formado por ligamentos y fascias que aportan elasticidad y movilidad a tu espalda. Las crisis emocionales provocan que la respiración natural se altere forzando al máximo la musculatura implicada en el proceso e incidiendo también en su funcionalidad. A mayor estrés o nerviosismo, mayor será la pérdida de elasticidad y el dolor que sentirás.
¿Es aconsejable automedicarse?
No. Y no lo es porque lo habitual es tomar medicación para el dolor de espalda, pero no para la causa emocional, por lo que cuando se termina el efecto de la pastilla correspondiente se vuelve a experimentar dolor.
Es decir, el tratamiento debería ser conjunto: de la causa emocional y de la causa física (de existir), pero nunca apostar por tomar algo por voluntad propia y, mucho menos, pensar que el dolor de espalda es algo normal y que pasará con el tiempo, porque no es así. Más bien todo lo contrario.
¿Cómo afrontar la solución a los dolores de espalda con causa emocional?
La respuesta a esta pregunta es bastante complicada. Acudir a un reumatólogo puede suponer que las pruebas que te realicen no arrojen el resultado esperado y que se te aconseje ir al psiquiatra. Si prefieres este último profesional, se te recetará medicación para tu estado mental, pero ¿qué ocurre si verdaderamente hay una lesión?
Lo más recomendable es que elijas una alternativa en la que se puedan combinar ambos factores. La revisión física es siempre imprescindible para analizar el estado real de tu espalda, pero también es esencial que le cuentes al especialista si padeces algún tipo de problema emocional para que te derive, tras el diagnóstico correspondiente, al psiquiatra.
No olvides que en la espalda se refleja tu estado mental y que apostar por retrasar el tratamiento o tomar analgésicos no te va a solucionar nada, más bien todo lo contrario. Recuerda, igualmente, que debido a la conexión con otros órganos vitales a los que protege, es siempre recomendable que busques soluciones a tus problemas de espalda cuanto antes, ya que podrías entrar en un círculo vicioso en el que tus emociones negativas te generen cada vez más dolor, aumentándolas considerablemente y llegando a ser incapacitantes. Apuesta siempre por los profesionales para resolver este tipo de cuestiones. Analiza cómo te sientes en tu día a día, revisa si el dolor que experimentas es similar a alguno de los que hemos mencionado y comienza el proceso necesario para que puedas tener mayor calidad de vida y, sobre todo, para mejorar tu salud emocional olvidándote de tus dolores de espalda.
BIBLIOGRAFÍA
- Chronic low back pain and the transdiagnostic process: How do cognitive and emotional dysregulations contribute to the intensity of risk factors and pain?
- Relación entre estados emocionales y variables clínicas en pacientes con dolor crónico lumbar
- Etiología, cronificación y tratamiento del dolor lumbar