SUMARIO
Última actualización el 1 julio 2024 a las 10:11 am
En este post vamos a tratar de explicar qué son las fascias, para que sirven y como se relacionan con el dolor de espalda. En concreto hablaremos sobre las fascia toraco-lumbar y cómo pueden producir dolores lumbares.
¿Qué es una fascia?
La fascia es un tejido formado por fibras de colágeno, en su gran mayoría, que se distribuye por todo el cuerpo. Además de fibras de colágeno, la fascia tiene fibras musculares y receptores de presión y receptores del dolor.
Envuelve a todos los órganos y músculos conectándolos entre sí. El sistema fascial es un sistema tridimensional que compartimenta el cuerpo para que cada músculo u órgano se mantenga en el lugar adecuado, conserve su forma y realice su función.
Principales funciones del sistema fascial
Protección
La fascia envuelve a los músculos. Cuando sufrimos algún golpe la fascia va a ser capaz de repartir la energía del golpe haciendo que esta se disperse y afecte en menor medida a las fibras musculares y evitando de este modo que podamos tener una rotura fibrilar.
Función muscular
La fascia envuelve a los músculos de manera que este mantiene su forma. La forma del músculo condiciona su función y por tanto el sistema fascial contribuye al correcto funcionamiento de la musculatura.
Sistema de información integrada
¿Te has preguntado alguna vez como el cerebro reconoce en que posición se encuentra el cuerpo en el espacio? O ¿cómo puede saber que tono muscular es necesario aplicar para realizar un movimiento?
Cuando realizamos un movimiento, la fascia del musculo que se mueve va sufrir cambios de presión y forma, al tratarse de un sistema tridimensional estas tensiones producidas por el movimiento se van a poder transmitir a otras regiones del cuerpo de manera que otros músculos pueden reaccionar en función del movimiento que estamos realizando.
Por ejemplo, cuando nos agachamos a recoger algo del suelo, debemos activar la musculatura que flexiona la cadera y a su vez la musculatura extensora de la columna debe activarse para el que la columna se doble a un ritmo controlado y evitar que nos venzamos hacia delante.
Transmisión del dolor
El sistema fascial tiene receptores que son capaces de identificar situaciones potencialmente dañinas y transmitir sensaciones dolorosas.
Cuando el sistema fascial no trabaja adecuadamente se resiente todo el cuerpo, produciéndose dolores musculares y contracturas que pueden afectar a músculos alejados del lugar de la lesión. Es como si nos pusiéramos la camisa muy estirada de manera que probablemente tendríamos dificultades para elevar los brazos.
Fascia toraco-lumbar ¿Qué saber?
La fascia toraco-lumbar está situada en la espalda y desciende desde el cuello hasta la zona sacra, se sitúa por debajo de la piel, protege la musculatura vertebral profunda y sirve de anclaje a músculos como el trapecio o el dorsal ancho. La fascia toraco-lumbar actúa como estabilizador de la musculatura de las extremidades colaborando con el movimiento de los brazos.
Alteraciones en la fascia toraco-lumbar pueden provocar que lesiones producidas en la zona lumbar puedan provocar dolores a nivel dorsal y en hombros ya que se producen alteraciones que afectan a las cadenas musculares.
Cómo se diagnostican las lesiones del sistema fascial
El diagnóstico es clínico, siendo la exploración física uno de los pilares fundamentales. En la actualidad no tenemos ninguna prueba que nos permita identificar lesiones a nivel del sistema fascial. Se trata de un diagnóstico “manual” en el que profesionales como los fisioterapeutas tienen mucho que decir para identificar el origen de la lesión.
Tratamiento del síndrome miofascial
Los analgésicos pueden ayudarnos a controlar el dolor. Sin embargo la eliminación de contracturas, adherencias y desequilibrios musculares que hacen que la fascia no trabaje correctamente son la base del tratamiento
Debemos de tratar de relajar o inhibir los receptores dolorosos situados en la fascia de este modo el cerebro no recibirá información dolorosa y disminuirá la tensión sobre la fascia. Para ello el fisioterapeuta ejecuta presión mantenida sobre los puntos dolorosos que acompaña de discretos movimientos en la dirección de las fibras de colágeno. Se trata de una terapia poco dolorosa y que nos provoca una sensación agradable.
Otra terapia es la fibrolisis diacutánea o terapia de ganchos. El objetivo de esta técnica es movilizar los tejidos y las fascias profundos, romper las adherencias y permitir de este modo que las fascias se deslicen correctamente. Los ganchos permiten movilizar tejidos más profundos que cuando utilizamos las manos.
Como te hemos contado nuestro cuerpo está interconectado a través del sistema fascial de modo que lesiones situadas en zonas del cuerpo pueden repercutir en regiones alejadas del origen de la lesión.
Las alteraciones fasciales son poco conocidas en el ámbito médico y aún son objeto de múltiples investigaciones científicas principalmente por parte de médicos rehabilitadores y fisioterapeutas. Es muy importante que acudas a un profesional que tenga conocimiento de esta patología y sepa como tratarla.
BIBLIOGRAFÍA
- The thoracolumbar fascia: anatomy, function and clinical considerations.
- Fascial Innervation: A Systematic Review of the Literature.
- Thoracolumbar fascia mobility and chronic low back pain: Phase 1 of a pilot and feasibility study assessing repeated measures and the influence of paraspinal muscle contraction.