Las mochilas escolares se han convertido en un indispensable de la etapa escolar. Sin embargo, sobre todo cuando se es niño, llevarla muy cargada o en mala posición puede desembocar en problemas de espalda. Según numerosos estudios, a partir de los 10 años suele manifestarse este problema, el cual, en último lugar, puede acarrear problemas crónicos en niños y niñas.
Por ello, es necesario que conozcas los factores que pueden ayudar a mejorar la salud de tus hijos e hijas en cuanto a la elección de una mochila óptima para ello.
Calcula el tamaño y el peso
La mochila ideal no debe ser ni más grande, ni más ancha, ni más alta que la espalda del niño. Parece obvio, pero muchas personas prefieren que su hijo tenga una mochila con bonitos estampados o una imagen de los dibujos de moda, todo ello sin prestar atención a sus medidas. Hablando en números, la mochila debería quedar a la altura de los hombros y no sobrepasar los 5 centímetros antes de llegar a la cintura.
Por otro lado, la Asociación Española de Pediatría recomienda que la mochila no alcance más del 10 o 15 % del peso total del niño. En cifras, si tu hijo pesa 25 kg, el máximo que podría soportar oscila entre 2,5 y 3,75 kg.
Ten en cuenta los compartimentos
En efecto, los compartimentos de las mochilas no son un mero atributo estético, sino que sirven para repartir el peso por todo el objeto. Si la mochila cuenta con un único compartimento, todo el peso recaerá directamente en la espalda y el dolor será más probable. Por el contrario, con más compartimentos, el peso se distribuye, pudiendo colocar los libros en la parte posterior y los objetos menos pesados en la parte delantera.
Escoge el tamaño justo
No estamos pidiendo que midas al detalle los libros y cuadernos de tus hijos para escoger una mochila en la que entren herméticamente. Tan solo piensa que si un niño tiene el espacio justo para sus libros y utensilios escolares, no cargará peso extra (pelotas, juguetes...) que aumente el lastre.
Recomendaciones del uso de la mochila
Cómo se lleva la mochila es igual o más importante que el peso que haya en ella. Estos son algunos consejos para utilizarla de forma óptima.
Ajusta las correas: Unos tirantes flojos aumentan el peso y lo reparten de mala manera. Si los ajustas convenientemente, la mejoría será inmediata.
Respaldo acolchado: Para evitar golpes continuados en la espalda.
Posición erguida de los niños: Fundamental en todo tipo de posturas y máxime en cuanto a las mochilas.
Fijación en pecho y espalda: Son las que mejor distribuyen el peso y evitan dolores. Con simples consideraciones, la salud de la espalda de tus hijos no se verá afectada por el excesivo peso que suelen llevar en las mochilas.
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Publicado por Infoespalda
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