Aspectos psicológicos del dolor crónico de espalda.

Última actualización el 1 julio 2024 a las 03:59 pm

El dolor de espalda crónico es uno de los peores malestares que puede llegar a tolerar una persona. Sin embargo, ante lo inevitable, existen algunas claves para aminorar la dolencia y aumentar la calidad de vida de la persona que la padece. Te contamos cómo los aspectos psicológicos reducen o amplifican ese dolor, de qué modo evitar que se convierta en un indeseable dolor crónico y algunos trucos para hacer que el dolor de espalda se sienta un poco menos y te deje vivir mejor.

Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de «dolor crónico de espalda»? De un dolor constante que ha sobrepasado los tres meses desde su aparición. Las malas posturas, el tipo de trabajo, el estrés y hasta el uso del teléfono móvil son algunos de los factores que lo originan. El dolor, una vez que se cronifica, hace mella en la calidad de vida y afecta distintas áreas de la cotidianeidad: salidas al aire libre, reuniones sociales, relaciones sexuales… Entre otras. La variable psicológica mantiene una íntima relación con el dolor cronificado. Entérate por qué y procura aprender a gestionar tus emociones para que no te jueguen una mala pasada.

¿Cómo influyen los aspectos psicológicos en la cronificación del dolor de espalda?

Está comprobado que el factor emocional afecta directamente al cuerpo, haciendo que éste reaccione de diversas maneras. Así como la ansiedad puede llegar a provocar palpitaciones en algunas personas, el trabajo extenuante, las preocupaciones familiares, el aumento del alquiler o de la cuota de la hipoteca se pueden alojar en la espalda de algunos. Sí, en efecto, las cuestiones psicológicas, las tensiones permanentes o los cambiantes estados de ánimo se hacen sentir también estimulando la aparición de malestares físicos, tales como el dolor lumbar, de cervicales o de la baja espalda. Se llega así a un círculo vicioso del que es difícil escapar: el estrés causa dolor y el dolor provoca todavía más tensiones… A esto hay que ponerle un freno, un stop urgente.

¿Cómo evitar padecer una lumbalgia crònica o una ciática crónica?

Existen algunos hábitos y terapias para evitar que el dolor se transforme en crónico, es decir, que una lumbalgia aguda o una ciática severa, con el tiempo, se conviertan en una lumbalgia crònica y en una ciática crónica. Es importante probar la efectividad de cada uno de ellos en tu cuerpo, apenas notes dolor, a modo de ofrecer resistencia e impedir que este se cronifique.

– Ejercicio físico. La vida sedentaria es causa de dolores corporales. En cambio, el movimiento es un «antídoto» contra el dolor. Sí, la actividad física es un elemento indispensable que impide que los dolores se alojen de manera permanente en zonas de tu cuerpo. Es preciso que elijas una actividad que te entusiasme, pues así no la abandonarás pronto, y que estires el cuerpo debidamente antes y después de hacer deporte. Precalentamiento y estiramiento posterior son claves para que el ejercicio físico sea cien por cien efectivo. – Aplicar una fuente de calor. Un saco de semillas, que se calientan por medio minuto en el microondas, o un dispositivo especialmente indicado para ello calmarán el dolor en momentos clave: al llegar del trabajo o durante una pausa en tus labores. El alivio es transitorio, pero real.

– Consumo de analgésicos. Siempre que tu médico de cabecera la autorice, la toma de estos medicamentos se sugiere solo en caso de necesidad. Por ejemplo, cuando duele la espalda, pero debes seguir haciendo una tarea exigente.

– Acupuntura. Actúa sobre los llamados «puntos gatillo» o focos del dolor. Como complemento de otros cambios de postura, puede resultar una herramienta terapéutica positiva.

Utilizar ropa y calzado adecuados. Que brinden comodidad y resulten prácticos. Nada de indumentaria ajustada o zapatos de tacones altos. La ropa de algodón y el calzado con cámara de aire y plantillas memory foam (de espuma viscoelástica), resultan buenos sustitutos.

– Optar por buenos elementos de descanso. Hablamos de almohadas, colchones, sofás y sillas de escritorio que permitan descansar la zona de cervicales y lumbares. Se trata de mobiliario ergonómico diseñado para mejorar la postura y contribuir a la relajación de la espalda.

– Seguir a pie juntillas las recomendaciones médicas. El dolor crónico de espalda es un problema de salud; nadie mejor que un agente de salud para guiar su tratamiento. La automedicación no es una alternativa.

Trucos psicológicos para sobrellevar el dolor de espalda crónico

Cuerpo y mente deben funcionar armónicamente. Si hay un dolor alojado en tu espalda, desde el cerebro puedes enviar mensajes a tus músculos y huesos, de modo que se relajen y así se reduzcan las tensiones que provocan dolencias. ¿Cómo hacerlo?

– Meditando. La respiración consciente en una postura cómoda contribuye a centrar la mente en pensamientos positivos, alejando, entre otras cosas, las sensaciones de dolor e incomodidad. El ya popular mindfulness, por ejemplo, es una técnica que te puede ayudar a quitar el foco mental del dolor para usar esa energía extra disponible en tu beneficio.

– Restando importancia al dolor. No estés pendiente de él; procura centrar tu mente en actividades y personas positivas que te motiven a estar mejor (tus próximas vacaciones, recuperar el cuerpo para jugar con tu hijo, etcétera). Ello permite modificar tu umbral de dolor. Quien emocionalmente se siente bien, soporta más y mejor el dolor, aunque este sea continuado.

– Recuperando las áreas que el dolor te robó. A medida que te sientas mejor, procura volver a hacer espacio en tu vida a todo aquello que el dolor interrumpió o eliminó. Salidas nocturnas con amigos o la caminata hacia el trabajo, por ejemplo.

– Reduciendo las emociones negativas. La buena gestión de las emociones disminuye notablemente la percepción de dolor. Puedes recurrir para ello a un buen libro de autoayuda o a una terapia psicológica especializada.

Como advertirás, existen modos de disminuir el impacto del dolor de espalda crónico en tu vida diaria. Teniendo en cuenta que esa dolencia está y que cargas con ella, lo mejor que puedes hacer es resaltar el valor psicológico y depositar tu energía en actividades y terapias que te ayuden a mitigarla y a aprender a vivir con ella. ¡A por ello!

BIBLIOGRAFÍA

• Psychosocial issues in the prevention of chronic low back pain—a literature review
• Influence of Catastrophizing on Treatment Outcome in Patients With Nonspecific Low Back Pain
• Acceptance and Commitment Therapy for Chronic Pain: Evidence of Mediation and Clinically Significant Change Following an Abbreviated Interdisciplinary Program of Rehabilitation
• Depression and Anxiety in Patients Undergoing Herniated Disc Surgery: Relevant but Underresearched – A Systematic Review