Electromiografía. Qué es y para qué sirve

Última actualización el 29 mayo 2024 a las 06:38 am

Cuando tenemos una ciática o una radiculopatía es necesario realizar una electromiografía, en este artículo te explicaremos en que consiste una electromiografía, cuando es necesario realizarla  y que información nos aporta su realización.

Qué es un electromiograma

La electromiografía es una prueba que va a medir cuanto se contrae un músculo, y con que fuerza ante un estímulo eléctrico. También va a ser capaz de medir la velocidad de conducción tienen un nervio y cuantas fibras motoras se van activar con un estímulo nervioso.

Solicitaremos un electromiograma cuando tengamos ciática, hormigueos, calambres o alteraciones de la sensibilidad en piernas y brazos.

La electromiografía aportará información sobre la localización de la lesión, el tiempo de evolución y el grado de recuperación que podríamos esperar tras una intervención quirúrgica.

Cuando se pide una electromiografía

Cuando se sospecha una radiculopatía

La electromiografía nos va a detectar si estamos ante una lesión de una raíz o es un nervio periférico el que está afectado.  Nos puede ayudar a distinguir si estamos ante un síndrome del túnel del carpo o una cervicobraquialgia. La electromiografía es capaz de distinguir el lugar de la lesión en el 77% de las ocasiones si existen alteraciones motoras y en el 66% cuando existen alteraciones sensitivas.

Discordancia con la resonancia

Aunque la resonancia es la prueba más importante para diagnosticar los problemas de espalda recuerda que en pacientes sanos también pueden aparecer hernias y protusiones discales. Solicitaremos una electromiografía cuando tengamos dolor irradiado por las extremidades con una resonancia normal, o cuando la resonancia no nos explique adecuadamente los síntomas que tiene el paciente. Existe un 20% de pacientes con radiculopatía que su únicamente va a tener dolor lumbar como síntoma.

Para establecer un pronóstico

No es raro operar a un paciente cuando lleva mucho tiempo de dolor, muchas veces ya hay una lesión instaurada y el margen de recuperación no va ser del 100%. La electromiografía puede ayudarnos a determinar que mejoría podemos tener tras una intervención quirúrgica. En otras ocasiones se producen reagudizaciones sobre lesiones previas, la electromiografía puede indicarnos si existe una lesión nueva en el nervio que aparece sobre una lesión crónica.

Cómo se realiza un electromiograma

Aunque existen electromiografías de superficie, se ponen unas pegatinas en la piel para producir los estímulos eléctricos y recoger las respuestas, lo normal es que se haga a través de un electrodo en forma de aguja. El neurólogo responsable de la prueba introducirá los electrodos en los músculos de los que quiere obtener una respuesta, por desgracia la introducción de la aguja y las descargas eléctricas pueden producir dolor.

Cómo prepararse para una electromiografía

A la prueba debes de acudir duchado, sin cremas o aceites para favorecer la transmisión eléctrica y que los datos recogidos sean lo más fiables posibles. Es importante que acudas con la ropa suficiente para que no se te queden las extremidades frías, ya que se podían comprometer los resultados.

También es importante  que informes si tienes un marcapasos o cualquier aparato eléctrico implantado sin olvidarnos de algunas medicaciones como la piridostigmina que puede alterar la prueba. Si tomas anticoagulantes también deberías de comunicarlo a la persona que te va a realizar la prueba.

Riesgos de una electromiografía

Las complicaciones o riesgos de esta pruebas son escasos,  el más frecuente es la aparición de hematomas, el dolor que provoca la electromiografía  normalmente desaparece al finalizarla. Complicaciones más graves como lesionar el nervio o infecciones por la introducción de la aguja son excepcionales.

Cuando está claro cuál es la causa que provoca el dolor muchas veces no es necesario pedir una electromiografía. Sin embargo muchas veces esto no es así, se pueden tener dudas sobre si la lesión es crónica o aguda, si está afectada una raíz o un nervio periférico incluso de que raíz nerviosa es la que está afectada. En estos casos la electromiografía es una prueba útil para tener un diagnóstico definitivo y poder personalizar  el tratamiento.

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Bibliografía

Electromiografía en las Ciencias de la Rehabilitación

Electromiografía

Aplicaciones de la electromiografía de superficie en el deporte

Indicaciones de los estudios neurofisiológicos en el dolor lumbar