Los dolores de espalda son de los más habituales entre la población y, entre ellos, el dolor en la espalda baja se lleva la palma. Es muy fácil hacerse daño en esta zona por diversas razones, ya que hay varios errores que solemos cometer que nos predisponen a ello. Si tienes problemas en la espalda baja o quieres prevenirlos, sigue leyendo e infórmate de lo que puedes hacer al respecto.
El dolor en la espalda baja
Este dolor puede ser agudo o crónico, pero en ambos casos merma tu calidad de vida. Si es agudo, puede llegar a resultar incapacitante al no permitirte hacer vida con normalidad. Puede que no seas capaz de estar sentado sin rabiar de dolor o que no puedas caminar con naturalidad sin experimentar dicho dolor.
Cuando te enfrentas a un dolor crónico no experimentas tanta intensidad por dos razones: una es que, obviamente, es menos intenso; la otra, que te has acostumbrado al dolor. Sin embargo, acostumbrarse a un dolor no es una buena salida: has de ponerle remedio.
Errores comunes en personas con dolor en la espalda baja
Existen algunos errores que podrías estar cometiendo y que causan el dolor en tu espalda baja. Se trata de malos hábitos que podrías evitar. Echa un vistazo a los que hemos recopilado; aunque hay más, estos son los más importantes.
1. Esperar a que el dolor sea muy intenso
Lo primero que debes hacer ante un problema de espalda es ir a que te vea un médico. En muchas ocasiones, aguantamos todo lo que podemos, pensando que es algo pasajero. No obstante, al no frenarlo a tiempo el dolor se retroalimenta. Estudios científicos han demostrado que soportar dolor largo tiempo hace que disminuyan en el cerebro las zonas que se encargan de procesar esa sensación.
2. El sedentarismo
Es muy común en nuestros días tener un trabajo sedentario, pasatiempos sedentarios o ambas cosas. La falta de ejercicio es un hábito muy perjudicial para tu espalda. Ten en cuenta que debemos tener ejercitados los músculos para poder mantener nuestra espalda en una posición adecuada, realizar movimientos y coger pesos de manera correcta. Al no tener fortalecida la espalda, es muy fácil que te hagas daño con cualquier gesto.
3. Malas posturas
Debes vigilar la postura que mantienes a lo largo del día, porque puede que esta esté generando el dolor lumbar. Son varias las posturas que deberías vigilar:
- La postura al estar de pie. Una mala postura puede desalinear las caderas.
- La postura al estar sentado. Determinadas posiciones sobrecargan ciertos músculos y oprimen los discos vertebrales.
- La postura al levantar peso. Es necesario activar el abdomen, mantener la espalda recta y agacharse doblando las rodillas para levantar peso.
- El uso de tacones.
4. Exceso de peso
El sobrepeso es algo muy negativo en muchos ámbitos y este no es una excepción. Cohabitan varios factores que intervienen negativamente en el dolor de espalda. Toma nota:
- El sobrepeso en sí. Este aumenta la presión sobre los discos intervertebrales, acelerando el desgaste o aumentando las posibilidades de su rotura o deformación. Por otra parte, este peso de más actúa obligando a la musculatura de la espalda a realizar más esfuerzo del habitual para moverse e, incluso, para mantener posturas con normalidad. Como consecuencia de esto, si tienes sobrepeso podrías padecer contracturas musculares con mayor facilidad.
- Otros factores. Se asocian con el sobrepeso y el dolor de espalda el sedentarismo anteriormente mencionado, la falta de ejercicio físico y la falta de fuerza muscular, todo ello relacionado entre sí. A su vez, con un sobrepeso considerable, la salud empeora y esta mala salud en general constituye en sí misma un factor de riesgo para los dolores de espalda.
5. No moverse cuando hay dolor
Algo que contribuye al dolor de espalda cuando este ha hecho una primera aparición es entender mal el reposo. Se suele recomendar un reposo inicial, ya que el dolor impide realizar determinadas actividades diarias y laborales. Sin embargo, permanecer inmóvil durante demasiado tiempo es contraproducente y contribuye a la cronificación del dolor. Siempre con el consejo de tu médico, lo recomendable es que lo antes posible te reincorpores a tu vida diaria y al trabajo, para que, con precaución, tu musculatura siga ejercitándose.
Es muy bueno que, al tener dolor, tomes consciencia de dónde está este, qué movimientos lo desencadenan, la activación de qué músculos protege tu espalda, etc. Con todo este conocimiento podrás moverte con mayor seguridad, aunque sientas dolor. Podrás, día a día, adquirir mejores hábitos al caminar, sentarte o levantar peso. De este modo, estarás fortaleciendo poco a poco los músculos de la espalda, lo que contribuirá a tu mejoría.
Como ves, hay ciertos aspectos que están en tus manos y pueden ayudarte mucho a prevenir o a mejorar tu dolor de espalda. Recuerda consultar con un médico y tener presentes nuestros consejos. ¿Has tomado buena nota?
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Publicado. Infoespalda.
3 comentarios
Deja tu comentarioMaria Luisa Espeleta 02/12/2019 a las 20:38
Una información muy interesante, que pena no haberla visto antes, yo por un exceso de reposo ahora me falta fuerza muscular . Seguir con artículos tan interesantes
EQUIPO INFOESPALDA 02/12/2019 a las 23:31
Muchas gracias. El ejercicio es básico, pero nunca es tarde para empezar. Saludos.
EQUIPO INFOESPALDA 02/12/2019 a las 23:31
Muchas gracias. El ejercicio es básico, pero nunca es tarde para empezar. Saludos.